por Georgina Mendoza
No importa si vamos a una tienda departamental reconocida, o preferimos ir de compras al mercado de Tepito, quienes acostumbramos a revisar la etiqueta de fabricación podemos leer en la mayoría de los artículos la leyenda: "Hecho en China".
Antes pensábamos que la mercancía china se vendía solamente en los comercios informales, pero la realidad es que hoy pareciera que todo lo que deseamos o necesitamos comprar está fabricado en China, desde los electrónicos baratos que se venden en comercios informales, pasando por los osos de peluche o novedades que compramos en las tiendas departamentales, hasta los celulares más modernos de varias marcas, todas "Made in China".
Lejos de lo que se piensa, la mercancía hecha en China que generalmente se vende en los comercios no siempre se trata de contrabando sino importación legal.
Tenemos productos chinos en México legalmente importados, a precio muy bajo, debido a que son productos de mala calidad. Y el bajo precio de estos productos permite márgenes de utilidad espectaculares.
Por ejemplo: Un muñeco de peluche, la empresa importadora lo compra a un valor declarado de 30 pesos, su valor al salir de la aduana es de 50 pesos, y su valor en el mercado: 150 pesos, es decir que la utilidad aproximada es de 100 pesos, en resumen: dos veces el valor del artículo.
Un balón de fútbol con precio al salir de aduana de 24 pesos, se vende en los comercios al menos en 100 pesos, con lo que se obtiene una utilidad mayor a tres veces el precio inicial.
Con estas utilidades, algunos empresarios e industriales mexicanos optaron por cerrar o minimizar sus plantas y en su lugar dedicarse a comprar una gran variedad de productos de China y ofrecerlos a "precios accesibles", además de ponerlos al alcance de muchos compradores, no solo ofreciéndolos a precios bajos sino colocándolos en todos los comercios posibles, desde comercios pequeños hasta grandes almacenes, ya que "a mayores ventas, mayores utilidades".
Este negocio de comercializar productos chinos que ha tenido tanto auge no sólo en México sino en muchos países alrededor del mundo, ha provocado el cierre de muchas plantas, ya que a las empresas además de redituarles ganancias también les quita el problema de la carga laboral, la carga social, es más fácil dejar de cumplir con las obligaciones de un productor y ser simplemente un vendedor para poder sobrevivir.
Pero las cosas no son tan simples, China comenzó hace tiempo a producir mercancías de alto valor agregado que llegan al mercado de Estados Unidos y desplazando en muchos casos a los productos hechos en México.
